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Nuestro objetivo es el volcán Lanín, de 3776 metros de altura, y al ser nuestra primera ascensión, la realizaremos por la ruta Argentina.

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El grupo está conformado por Valeria, Camilo y yo, y para subir contamos con 3 días.

El primer día comenzamos temprano. La idea era llegar a medio día a la aduana y cruzar la frontera a pie, esto para no tener que pagar el seguro que piden para ingresar a Argentina. Sin embargo, cuando nos disponíamos a caminar, una camioneta amablemente nos llevó los 2 kilómetros que separan la aduana Chilena de la Argentina, y luego hasta el registro del guardaparques.

Al parecer despertamos al guardaparques, ya que estaba en su casa y costó para que saliera, pero al final llegó. Acá realizamos los trámites para poder ascender al volcán, revisión de equipo – cuestión que yo encuentro que se tendría que hacer en todos lados- fijamos horarios de comunicación por radio y a caminar se ha dicho.

El inicio del sendero, es un camino que pasa por un bosque de robles, coihues, raulíes, lengas y ñirres, mientras avanzamos, este pasa de camino a solamente una huella peatonal el cual termina abruptamente unos 500 metros más adelante. Aquí comenzamos a caminar por una planicie en dirección a la “Espina de Pascado”, que corresponde al filo de una morrena y nos deja a los pies del volcán.

Luego de un par de horas, llegamos al refugio RIM26, a los 2315 m. y con una imponente vista (100% recomendable), Este refugio se encontraba totalmente deshabitado, por lo que tomamos posesión de él en su totalidad, comenzamos a preparar una rica comida, coordinamos el itinerario con el guardaparques y nos dispusimos a dormir.

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La noche comenzó como un tazón de leche, muy tranquila, pero a eso de la media noche, se levantó un viento que parecía sacar el refugio de sus cimientos. A la hora que inicialmente fijamos para salir- las 4 am- el viento persistía, por lo que esperamos que pasara, sin embargo sólo ocurrió aproximadamente a las 7:30. Fue en ese momento que decidimos salir de todas formas.

Nos fijamos un horario de retorno de no lograr la cumbre, ya que contábamos con un día extra. Fue así que iniciamos nuestro ataque a las 8:15 am.

A medida que ascendíamos podíamos apreciar un paisaje espectacular. Ver la gran diferencia entre el lado Chileno y el Argentino. En Chile podíamos divisar a lo lejos los volcanes Lonquimay, Llaima, Quetrupillan y Villarrica; y para el lado Argentino, la inmensa pampa.

La caminata fue larga, pero el estado de la nieve inmejorable. A lo lejos divisamos unos pequeños puntitos que parecían hormigas subiendo por el canalón, era un grupo de montañistas que subían por la ruta Chilena.

Finalmente y luego de 6 horas aproximadamente, logramos tocar el techo de La Araucanía, la cumbre más alta de nuestra región, una cumbre dividida por una frontera, pero unida por una pasión.

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